Hoy que el destino me trajo hasta esta tierra, donde el Pacífico es algo sin igual es necesaria la Banda del Recodo para cantarle un corrido a Mazatlán

¡¡¡Y que vengo a Mazatlán!!!. La Reunión Nacional del lugar donde trabajo tocó en ¡Mazatlán! ¡suertudotes todos!. Llevaba ya varios meses en “operación bikini” y por fin se me hizo llegar (no logré estar a dieta el tiempo que quería, pero se hizo lo que se pudo).

La Reunión consiste en 2.5 días de conferencias, paneles, talleres, cocktail, cenas, comidas… con 150 personas que llevan nuestro programa en todo el país. Mucho tiempo de preparación, mucho estrés, mucha planeación, pero por fin, ¡aquí estamos!.

Vista de la playa y del malecón de Mazatlán

Mazatlán tiene una playa de 21 kms. Su malecón es el más largo del mundo, nadar ahí para mí era un sueño. No había vuelto a Mazatlán desde el 2005 y me llevé una muy grata sorpresa.

Desde que compré el boleto de avión empecé a investigar en dónde iba a poder nadar antes de ponerme de lleno a trabajar. No fue nada complicado encontrar lugar. En el club de Natación Playa Norte luego luego me contestaron y me dijeron que a un lado del “Monumento al pescador” nadan todos los días de 6 a 9 am, hay 2 personas que cuidan las cosas personales y tienen regaderas. El lugar me quedó perfecto, pues mi hotel (el Coral Island) está muy cerca de ahí.

Llegué el martes por la tarde, nos dió tiempo de llegar directo al hotel a organizar todo para la Reunión Anual. El miércoles a las 6:10 estaba lista para nadar con mi nueva boya.

Llegué y no encontraba a nadie. Después de un rato vi en el mar 15 cabezas a las que no iba a alcanzar. Me di cuenta que estaba esperando en el lugar equivocado, llegué al lugar indicado y ¡sorpresa! Que me encuentro con varios señores, ya grandes, listos para entrar. Me quité la ropa, inflé mi boya y me fui con ellos feliiiiiiz de entrar al mar. La temperatura para mi, perfecta. Para ellos, fría. Entré con ellos y cuando me di cuenta que ellos se auto nombran “boyeros,” decidí nadar solita.

Nadé media hora, tenía nervios de no entenderle a la corriente (habían pocas olas) o a desviarme demasiado. Regresé y a la salida me encontré como muchos nadadores que ya me explicaron un poco más cómo funciona todo. Mañana llego a las 6 y entro con los jovenazos cuarentones a nadar.

Me encantó el ambiente de los nadadores. Diario se ven para nadar temprano, a veces nadan, a veces son boyas.

El jueves amanecí enferma, el aire acondicionado y la comida mazatleca no me cayeron tan bien como me hubiera gustado. No llegué a nadar, me fui directo al trabajo. El viernes tenía que ir a Culiacán todo el día y el autobús salía a las 5:00 am, tampoco nadé. Pero el sáaaaaaabado….

A las 7 estaba lista con boya en mano en Playa Norte. Me encontré con mucha gente nueva (era más tarde que el miércoles) cerca estaba un chavo que me preguntó por mi boya y entramos a nadar juntos. Su grupo era como de 10, me dijeron que nadaban bastante y pues pensé que nadaría con ellos y si me cansaba, me regresaba. Logré nadar con ellos, al parecer, nadamos 2.5 kms y corrí a desayunar con personas de mi chamba, con boya en mano porque no tuve donde dejarla.

Cuando les pregunté a qué hora se reunirían el domingo, me dijeron que el domingo había carrera y que debería unirme. No lo dudé, les dije que sí y me preparé mentalmente para competir.

Desayuné con mis colegas y luego estuvimos todo el día caminando por el malecón, visitando lugares y tomando fotos. Mazatlán es un gran lugar para visitar.

Carrera

El domingo a las 7:00 am salían las lanchitas para ir a la isla en donde sería la carrera. Llegué a donde me habían dicho. Uno de los nadadores con los que nadé el sábado muy lindo me mandó la ubicación a la que tenía que ir temprano el domingo, me explicó muy bien donde agarrar la lancha para llegar a la isla. Llegué. Había muy poca gente, pero todos muy amables, todos se conocen muy bien. Cada mes hacen carreras parecidas y ahí es donde se juntan. Luego luego localicé a los nadadores de mi categoría y con ellos deciframos la ruta de la nadada. Nos cambiaron las ruta 2 veces, pero al final terminó muy fácil, era sólo una vuelta a las boyas. Super lindas todas, ellas nadan juntas, se conocen bien y yo quedé en seguirlas. Al final seguí a unas y otras más me siguieron a mi.

Para haber sido mi primera carrera en el mar, creo que me fue super bien!!! Mi tiempo, según los expertos fue muy bueno y esto me da mucha confianza para la carrera de dentro de 15 días. Aunque la temperatura del agua de ayer (25 grados) no tiene nada que ver con la de dentro de 15 días (16 grados).

Sin duda Culiacán se quedó en mi corazón. No esperaba las sorpresas que me llevé, los nuevos amigos, la cantidad de playas que conocer y en las que nadar. Por lo pronto volveré mucho por temas de trabajo, pero también para nadar 6 kms, en noviembre! hay una travesía que me está esperando por allá ¡y a mis hermanos también!.

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