“Siempre hay que empezar por el postre”.
Raúl Bribiesca
Después de 2 semanas de:
- Escaparme a Tepoztlán a hacer un poco de hiking
- Ir a la sierra de Guanajuato a desconectarme por 24 horas
- Pasar tiempo con nuevos amigos
- Reconectar con viejos amigos
- Disfrutar de la vida fuera y dentro de la ciudad
- Ir a la lucha libre
- Comer tacos sin parar
- Tener un fin de semana totalmente familiar
- Entrenar fuertemente natación
Tocaba poner orden e ir a la Clínica de Nora Toledano.
Mi visita a las Luchas
Yo sabía que Nora Toledano da clínicas 1 o 2 veces al año en Las Estacas y que sólo abre 30 lugares cada vez. Tenía que estar presente en su siguiente clínica ¡a como diera lugar!.
Es una clínica de un día completo. Nos vamos todos juntos en camión desde la CDMX muy temprano el sábado y regresamos muy tarde en la noche. La clínica es para nadadores y triatletas de niveles principiantes e intermedios. Sentí que sería un súper empujón para mejorar en la nadada. Apenas tuve dinero pagué, llené mi inscripción y me asignaron el número 13, ¡tiene que ser de buena suerte!
Una semana antes de la clínica me enviaron un correo explicando lo que tenía que llevar, la logística y los horarios finales. ¡Estaba yo lista!.
La Clínica
Había que llegar 5:50 am al lugar acordado. Muy aplicada la noche anterior puse mi alarma, hice mi maleta, puse la cafetera lista para sólo prenderla en la mañana y ¡listo!, me fui a dormir. Me desperté 4 veces en la noche porque tenía terror de quedarme dormida. ¡Me desperté 5:52 am de un brinco! Me había quedado dormida. Me paré como pude, pedí el Uber, prendí la cafetera, me preparé mi café y llegué 6:10, apeniiiiiiitas a tiempo para el camión que salía 6:15. Al parecer puse mi alarma en día “entre semana”, nunca sonó. Quienes me conozcan saben que soy super puntual. Me sorprendió saber que fuí la última que llegó, así estaba el nivel de disciplina en los nadadores que conocí el sábado.
Llegando a Las Estacas
Salimos 6:15 rumbo a Las Estacas, llegamos 8:30, en el trayecto vimos un documental sobre Michael Phelps y una película sobre Marilyn Bell. Nos llevaron a una palapa en la que primero ibamos a escuchar a Nora hablar sobre aguas abiertas y algo de técnica. En nuestros lugares habían unos kits Speedo padrísimos. Nos presentó a su super staff. La verdad es que me sorprendió el nivel de personajes que estaban y aunque soy bastante nueva en este mundo varios nombres me sonaban conocidos. ¡Padrísimo equipo!
Kit de Speedo
Al inscribirnos a la clínica nos pedían nuestros tiempos, yo dí el único que tenía en ese entonces (que fue en pecho). Resultó que me dieron el número 3 (la tercera más veloz de los 30 asistentes, jajajajaja). Lo que pasó es que a nadie le dije que había sido en pecho y que ahora estoy nadando crol. Me di cuenta del error (terror) en cuanto nos llevaron a la alberca.
Nos dividieron del 1 al 15 y del 16 al 30, los primeros nos fuimos a hacer trabajos con ligas (que me enteré son mejores para la natación que las pesas) mientras los segundos iban a la alberca. El día anterior Andrea me había dicho que necesitaba hacer trabajo con ligas. ¡Ahí las tenía!. Trabajamos con Arleen, Viri y Armando (los tres unos fregonazos del staff) de 2 en 2 algunos ejercicios y terminando, mientras los de la alberca acababan, nos dio tiempo de comer plátano, naranja, barritas y Gatorades.
Ejercicios en la alberca con Nora y el staff
Llegando a la alberca me tocó conocer mi suerte, ahí estaba yo con mi número 3 entre los más veloces y jóvenes de la clínica. Por supuesto no tardé en darme cuenta y para la tercera vuelta, pasé de ser la 3, a la 6 y mi corazón descansó. Nora nos iba poniendo los ejercicios y Dulce, Sergio, y Martha nos iban diciendo qué estábamos haciendo mal. Mientras Raúl, el director de cine de terror, nos iba grabando de uno en uno de lado, de frente y por detrás (auguro mucho material para su siguiente largometraje).
Terminando en la alberca nos fuimos a devorar unos sandwiches a la palapa. Una nutrióloga de Gatorade nos dió una plática sobre nutrición mientras uno por uno revisábamos con alguien del staff nuestro video en la alberca. Nos explicaban nuestros “errores” (áreas de oportunidad para Nora) y nos decían qué hacer para resolverlos. A mi me tocó ver mi video con el director de cine de terror. ¡Gracias Raúl!

¡¡¡Luego tocaba ir al río!!! primero había que entrar y nadar hasta unas boyas que estaban debajo de un puente. En el puente, Raúl esperaba con su cámara. Yo vi eso y me di la vuelta antes de las boyas, aahh pero tenía marcaje personal y me gritó que llegara hasta las boyas… llegué. Luego hicimos un poco de drafting y después el plan era que los primeros 15 nadáramos río arriba y luego bajáramos nadando, pero yo me rebelé y me fui con los segundos 15 a solo bajar nadando.
Nadar en Las Estacas siempre es un placer. Me puse mis audífonos y me separé del grupo para nadar sola (necesitaba nadar sola). Después del kilómetro de bajada nos fuimos a bañar para después atacar sin compasión al buffet que nos estaba esperando.
La mesa ganadora
Me senté en una mesa con un triatleta y una chava con la que salí del río. Por supuesto fuimos los primeros en llegar. Se fueron sentando más mientras nosotros ya íbamos por el cuarto plato. Al final llegó Raúl a sentarse con un pedazo de strudel. Le pregunté si iba a empezar por el postre y en ese momento me percaté de su infinita sabiduría. Me contestó que siempre se debe de empezar por el postre, así te aseguras de comerlo y al terminar de comer lo demás puedes dobletear. Desde ya aplicaré sus consejos, así como todos los que me dió al analizar mi video. En un ratito se convirtió en mi mentor de natación y nutricional.
Después de la cena se hizo la rifa de varias cosas y se entregaron los reconocimientos. Todos en mi mesa nos ganamos algo. Fuimos “la mesa ganadora” a mi me tocaron unas aletas que me van a servir muchísimo.
A las 9 de la noche nos subimos al camión para regresar. Volvimos hechos pomada a la CDMX a las 11:30. Estuve como trapo todo el domingo, pero muy contenta de haber formado parte de la clínica y de haber conocido tantas personas tan increíbles con tantas experiencias tan padres!. ¡Gracias Nora!. ¡Gracias Arleen, Viri, Martha, Sofi, Queta, Dulce, Rodrigo, Sergio, Armando, Raúl y Victor! Y por supuesto a Vivo Deporte, ¡¡la mente detrás de esta clínica!!